1. Sagrada Virgen del Mar,
Madre de los afligidos,
dame tu divina gracia;
de corazón te lo pido,
para poder relatar
el crimen más vengativo
que ha visto la Humanidad.
2. En la provincia de Almería,
por toda España es nombrado,
hay un pueblo de importancia
el cual Níjar es llamado.
En el cortijo del Fraile
vive Francisco Cañadas
querido de todo el campo
por ser de familia honrada.
3. Éste sigue su labor
en ese cortijo hermoso
por no tener más que hijas
siempre tiene muchos mozos.
La hija mayor que tenía
que era una buena mujer
con un mozo se casó
que se llamaba José.
4. Y cuando su hija se casó
con un hombre honrado y bueno,
en un cortijo la pone,
que se llama Jabonero.
José siembra ese cortijo,
se hizo un buen labrador
por ser sus hijos pequeños
a un hermano recogió.
5. Casimiro así se llama
el hermano de José,
lo han criado como a un hijo
lo mismo él que su mujer.
Casimiro ya creció
y un día empezaron a hablar:
«Te has de poner en estado
con Francisca mi cuñá».
6. «Mi cuñá es coja y fea,
su padre la tiene dotada,
te vas a casar con ella
que el dinero no se vaya».
Su hermano tomó el consejo
y al fraile se encaminó
y siendo todos conformes
la boda se preparó.
7. Estando todo completo
dos borregos se mataron,
para dar buena comida
a todos los convidados.
A las once de la noche
dispone Paco Cañadas
se acuesten todos un rato,
que hay que irse de madrugada.
8. Ya que todos se acostaron
y todos dormían bien
a las dos de la mañana
llegó José y su mujer.
«Padre, abra usted la puerta»,
y el padre se levantó.
Ha conocido en su yerno
que algo malo le pasó.
10. Todos comentando el hecho,
Manuel Montes se marchó
y a una legua del cortijo
con un muerto se encontró.
Se para a reconocerlo
y a su hermano conoció.
Oye una voz de mujer que le
dice estas palabras:
11. «Primo, dame cuatro tiros,
por mí, a tu hermano han matado»,
«Ande que te mate Dios,
dime quién lo ha asesinado».
La novia le contestó:
«No te lo puedo decir
que ha sido un enmascarado».
Se marchó para el cortijo
a contar lo que ha pasado.
12. El mismo hermano del muerto
a Níjar se encaminó,
a dar cuenta al señor juez
de todo lo que pasó
y en el sitio del suceso,
al llegar la autoridad,
ven a Paco Montes muerto
y a Francisca medio ahogá.
13. Cogen a Francisca presa,
a su hermana, a su cuñado
y a su novio Casimiro
y al padre que la engendró.
Y en la otra segunda parte,
daremos cuenta y razón
de la declaración del novio
y lo que la novia habló.
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14. A Casimiro Pérez, el novio,
le toman declaración.
«No sé nada, señor juez,
ni fui yo quien lo mató.
Yo le juro, señor juez,
si los hubiera visto yo,
a él le hubiera dado un tiro
y a ella le hubiera dado dos».
15. Manda el señor juez
que entre la novia,
dando algunas cojetadas
a prestar declaración.
El señor juez le pregunta:
«¿Quién ha matado a tu primo?,
¿por qué te fuiste con él
siendo novio Casimiro».
16. «A mi primo Paco Montes,
señor juez, siempre he querido.
De él estaba enamorada
y no quería a Casimiro.
Si di palabra a mi padre
de unirme con ese hombre
es porque mi primo Paco
de mí no quería ni el nombre».
17. Lo convidamos a la boda,
hablé un poco con mi primo
y le dije: «Hazme feliz».
Me dijo: «Vente conmigo».
Le dije llena de gozo:
«En la calle espérame».
Salí y me monté en su mulo,
apretamos a correr.
18. Divisamos unos bultos
y entonces le dije yo:
«Paco, mi cuñao y mi hermana,
defiéndete, por favor».
Metió mano a su revólver
y José se lo quitó.
Y con su mismo revólver
tres tiros le disparó.
Mi hermana a mí me agarró.
19. Cuando me dejó por muerta
se retiraron los dos.
Esto es lo que puedo decir
y ésta es la pura verdad.
Entonces el juez ordena
que le den la libertad.
Manda el juez que entre José
y José se presentó.
20. Todo lo que preguntaron
al principio se negó
y no tuvo más remedio
que decir: «Yo lo maté
y fue en una grande lucha
que tuve que hacer con él».
21. Mi mujer cogió a su hermana
porque éste era su deber.
La cogió de la garganta
porque era de temer.
Lo sacaron del juzgado,
lo llevan en conducción
y la mujer de José
en la iglesia se metió.
22. Se hinca Carmen de rodillas,
al pie del altar mayor.
Y a la Virgen del Carmen
esta súplica le echó:
«Sagrada Virgen del Carmen,
a tus plantas yo me humillo.
Dame valor, madre mía,
¿qué hago yo con mi chiquillo?
Mi niño de quince meses
sin tener calor de nadie».
23. A Sorbas nos llevan presos,
lo mismo a mí que a su padre.
Sagrada Virgen del Carmen,
dime lo que pasará.
Estando yo en Sorbas presa,
¿quién le dará de mamar?
«Señor Redentor del Mundo,
yo me quisiera morir».
24. «Señor, quítame la vida
que más no puedo sufrir».
La sacaron de la iglesia,
la llevan en conducción.
A la cárcel de Sorbas
con su marido ingresó.
Ahora el que esto os cuenta
os ruega de corazón:
«Dispensen todos las faltas,
que tenga en conversación».
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